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MODERNISM 2020 (vol. 6)
In Stock
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Disponibile dal:
sottotitolo | Cultura, sociedad, Iglesia y política en el México de los años Treinta |
editore | MORCELLIANA |
pagine | 544 |
curatore | a cura di Massimo De Giuseppe |
prezzo in euro | 40 |
data pubblicazione | 2020 |
collana | RIVISTA MODERNISM |
EAN | 9788837234782 |
DOSSIER
Entre modernización y tradición. Cultura, sociedad, Iglesia y política en el México de los años Treinta
a cura di Massimo De Giuseppe
MISCELLANEA
Salvatore Corso, Sicilia: modernismo diffuso
FONTI E DOCUMENTI
Mario Gnocchi, L’ecumenismo di Geremia Bonomelli
NOTE
Alfonso Botti, A proposito del libro di Renato Moro sul mito dell’Italia cattolica, con alcune considerazioni e un ragionamento storiografico sul nazionalcattolicesimo
Dall'Introduzione di Massimo De Giuseppe
Este dossier propone profundizar la relación entre modernización y tradición a través del vínculo entre el régimen mexicano posrevolucionario, la Iglesia católica y la religión durante los años treinta. Para México esta década representó una etapa muy peculiar, en gran parte coincidente con la época presidencial de Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940). Un período en el que el lema del equilibrio entre capital y trabajo teorizado por Álvaro Obregón (presidente de 1920 a 1924) experimentó una importante redefinición, en los años de la primera estabilización del país tras la fase de la revolución armada. Un lema retomado con distintos acentos también por la presidencia de Plutarco Elías Calles (1924-1928) y en los años del llamado Maximato (1928-1934), luego revisado con un fuerte énfasis en el papel de las masas populares y las reformas agrarias en el discurso presidencial cardenista.
A raíz de las experiencias en una educación laica de nuevo tipo otorgada por la Escuela Socialista, la política de puertas abiertas a los exiliados republicanos españoles que huían del franquismo, el reparto agrario o la nacionalización petrolera de 1938, el régimen cardenista ha sido a menudo identificado como el más abierto al socialismo en la historia de México, y al mismo tiempo, tomado como un prototipo (especialmente de la historiografía europea) de un régimen populista latinoamericano (una especie de variante de izquierda del getulismo brasileño o del peronismo argentino).
Sin embargo, esta lectura no hace justicia a una experiencia que, en realidad, a pesar de sus contrastes y contradicciones, fue algo mucho más complejo y original, tanto a nivel nacional como internacional, y que debe releerse desde una perspectiva glocal. Durante la presidencia de Cárdenas, de hecho, la dimensión nacionalista de los regímenes posrevolucionarios (que se autoafirmaban sobre la base de la idea de una revolución ininterrumpida pero institucionalizada) se volvió más compleja, tanto por el redescubrimiento de vínculos profundos entre el gobierno federal, los gobiernos estatales y los poderes reales activos en los territorios. El primer intento se dio – aunque fue parcialmente existoso – cuando se propuso reestructurar el partido: el Partido Nacional Revolucionario (PNR), concebido por Calles en 1929 y transformado por Cárdenas en Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938 y finalmente remodelado en 1946 en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Estos esfuerzos renovadores fueron acompañados de una reforma radical del sistema sindical, con la eliminación de la callista Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) de Luis Morones y el nacimiento, con el apoyo de Vicente Lombardo Toledano, de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la creación de un eficiente sistema de control del ejército (a su vez canal de incorporación social) como vía de emancipación del caudillismo posrevolucionario de los años veinte9. Además, el uso masivo y simbólico del agrarismo, del reparto de tierra, la puesta en valor del ejido y la construcción de un sistema articulado de protoindigenismo estatal (y federal) se convirtieron en elementos característicos del cardenismo, garantizando la consolidación de un sistema revolucionario de paternalismo social. La «domesticación » institucional del ejército y la creación de una intricada y polifacética maquinaria de redes entre el centro y las articuladas periferias de la nación – a pesar de la presencia de formas múltiples de clientelismo y frente a un partido único de facto –, otorgaron al gobierno federal espacios inéditos de movilidad social y cooptación de grupos y organizaciones, invirtiendo recursos en el modelo cultural y en la ideología incluyente de la «revolución en marcha».Estratto dell'Introduzione
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